En apenas mes y medio, cuando la herida de la operación cicatrice y desaparezca la inflamación, el primer paciente gallego con una prótesis auditiva invisible comenzará una nueva vida y podrá escuchar sonidos mientras practica natación o duerme, actividades vetadas a los audífonos convencionales. Tras una intervención de dos horas y media, el hombre, de 40 años, se recuperaba ayer favorablemente.
–¿Cómo funciona el implante y cuáles son sus ventajas frente a los actuales audífonos?
–El aparato es un implante de oído medio y está totalmente debajo de la piel. No se nota nada, sólo una cicatriz detrás de la oreja. Recibe la señal acústica desde el exterior y el transductor la convierte en un movimiento mecánico que hace vibrar la cadena de huesecillos a través de un elemento que la toca. La ventaja es que permite a la persona hacer una vida totalmente normal. Oye continuamente, salvo que lo apague, también mientras duerme, se puede mojar los oídos, correr, incluso tirarse de cabeza al agua. Parecen cosas sencillas, pero los pacientes no pueden hacerlas con los audífonos. Según cuentan las personas que ya tienen estos implantes perciben cierta mejoría en la calidad del sonido, pero por ahora son una alternativa, no sustituyen a los audífonos convencionales. Aunque el aparato está evolucionando y probablemente en el futuro sí lo haga.
–¿Para qué tipo de pacientes?
–El aparato no se ideó desde el punto de vista estético, ya que hoy en día ya existen audífonos minúsculos. Está dirigido a personas con una hipoacusia o pérdida auditiva moderada, acercándose a severa. Es apto para todo tipo de sorderas y no hay límite de edad porque no necesita una cirugía agresiva. Aunque normalmente los pacientes son personas jóvenes que tienen una actividad plena ya sea profesional, deportiva o de ocio y quieren llevar una vida normal. Es como el que lleva lentillas y sabe que si se tira de cabeza las puede perder. Muchas madres me preguntan si de noche deben sacarse los audífonos, lo que es recomendable, porque sin ellos no escuchan a sus bebés. Hay pacientes a los que les generan problemas sociales y a quienes los utilizan durante muchos años pueden provocarles reacciones dermatológicas. Otra ventaja es que estos implantes no se estropean con el paso de los años.
–¿Cuál es su vida útil?
–Duran indefinidamente, pero la batería hay que cambiarla al cabo de doce o quince años con otra pequeña intervención. La tecnología avanza, por lo que las baterías que existan en ese momento probablemente tengan una duración mayor que las actuales.
–¿Desde cuándo se implantan estas prótesis en España?
–Se fabrican en EE UU y comenzaron a implantarse allí y en algunos países europeos hace cinco o seis años. Es una tecnología que está empezando y en España no llegamos ni al medio centenar de intervenciones.
–¿Cómo se enteró su paciente de esta tecnología?
–Aunque a todos les informamos de ella, cuando éste llegó a consulta ya la conocía, se había puesto en contacto con la empresa que la desarrolla y ésta comprobó que era un buen candidato. Es una persona de cuarenta años con hipoacusia severa en los dos oídos y usa audífonos desde hace años, pero no los toleraba bien y deseaba llevar una vida más normal.
–¿Se animarán otras personas?
–Espero que sí. Ahora mismo no tengo más candidatos pero desde hace tiempo se les ofrece esta posibilidad. Yo aprendí la técnica en el hospital La Ribera de Alzira (Valencia) con Javier Gisbert, jefe de Otorrinolaringología, pero también se hace en Cataluña, Levante y Madrid.
–Es un sistema más caro...
–Es bastante más caro, pero a medida que se implanten más bajará su precio. Además la gente más joven, que debería usar varios audífonos a lo largo de su vida, amortizará el implante al cabo de unos años.
–¿Cómo se activará el implante?
–Será en septiembre y lo harán los técnicos de la empresa, que también supervisaron su colocación durante la operación. Se activa externamente con una especie de mando que colocan sobre el cuero cabelludo. Después realizarán las visitas de control necesarias para adaptarlo al paciente y él mismo podrá después apagarlo, encenderlo o cambiar distintos parámetros.
