Sordos precoces
Los estudios lo confirman. El iPod o el MP3 (y similares), así como sus antecesores, el discman, el walkman y los demás artilugios de música portátil, son causantes de sorderas tempranas. Un estudio de la Universidad Manuela Beltrán realizado a 110 jóvenes entre 17 y 25 años y usuarios de iPod a comienzos de este año en Bogotá, demostró la pérdida de audición entre la población joven. Tras el uso de este entre 3 y 8 horas diarias los siete días de la semana se descubrió que el 75 por ciento de sus usuarios han disminuido el 10 por ciento de audición y el 25 por ciento sufre de alguna alteración en su procesamiento auditivo.
Esto significa -dice Mónica Obando, fonoaudióloga, especialista en audición-, que de continuar escuchando música a altas intensidades, a los 30 años de edad ellos sufrirán de presbiacucia temprana y podrían perder entre el 20 y 30 por ciento de su capacidad auditiva, algo que solía ocurrir, pero en adultos mayores.
Tendrían, además, dificultad para entender lo que se les dice, así como problemas de atención y memoria auditiva (incapacidad para retener la letra de una canción, por ejemplo). Las mujeres son las más afectadas "porque al tener mayor mielinización de fibras nerviosas que conducen el sonido al cerebro, son más sensibles a la exposición de ruidos altos".
